El presidente Danilo Medina se puso ayer a la cabeza de un ambicioso plan de reconstrucción y rescate de las zonas que han sido más impactadas por los fuertes aguaceros cuyas inundaciones han arrasado con sembradíos en la región sur del país, se han llevado de cuajo los aproches de puentes y han cortado la comunicación entre localidades debido a los serios daños a las vías de comunicación que las conectan.
El mandatario viajó en helicóptero hasta Barahona, una de las provincias más golpeadas por las lluvias, y desde allí recorrió varias comunidades, donde pudo contactar los daños dejados por los torrenciales aguaceros, escuchó a los afectados y dispuso asistencia.
La primera comunidad en la que constató los daños de manera personal fue Pescadería.
Allí caminó por los sectores Come Callao y Habanero.
A partir de ahí, inició el amplio recorrido que abarcó otros municipios. Se desplazó a El Naranjal, Enriquillo y a Polo. Comprobó la situación actual, preguntó y escuchó con detenimiento a la gente.
Luego el jefe del Estado se trasladó a Pedenales, donde también recorrió comunidades afectadas por los últimos aguaceros. Estuvo acompañado de los ministros de Obras Públicas, Gonzalo Castillo, y de Agricultura, Ángel Estévez.
Junto a ellos estuvo, además, el administrador de los Comedores Económicos del Estado, Nicolás Calderón; los directores del Plan Social de la Presidencia, Iris Guaba, y del Instituto Nacional de la Vivienda (Invi), Mayobanex Escoto. También, el gobernador por la provincia Barahona, Antonio Peña Rubio.
La visita El presidente Medina aterrizó en el aeropuerto Internacional María Montez, de Barahona, donde fue esperado por funcionarios locales.
La visita del gobernante se registra luego de dos días de intensos aguaceros que afectaron a todo el país, pero especialmente a la zona sur donde hay cientos de casas dañadas, puentes averiados, fincas agropecuarias arrasadas y algunas personas desaparecidas.
Muy golpeados fueron los vecinos del municipio Enriquillo, donde dos personas (Griselda Cuevas y Esmeraldo Turbí) fueron arrastrados por la crecida del arroyo San Jimuri y hasta ayer continuaban desaparecidas.
Por: Jochy Hernández.
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